Bueno pues como quedamos en el post anterior , no es lo mismo saber que un niño sepa que “ya se hizo” a reconocer que “tiene
ganas” de hacer pipí. Incluso, puede
ser conciente de lo anterior, pero puede necesitar más tiempo para querer hacer en el baño y no
querer usar pañal. Evidentemente, con entrenamiento conductista, el niño
puede llegar a aprender la conducta, esté o no esté preparado, pero en lo
personal creo que es mejor esperar a que
el niño esté listo. Cuando se respetan los tiempos naturales, el proceso se
dará naturalmente y fluirá sin grandes dificultades tanto para hijos como para
los padres.
Por tanto, sé que hay más formas de criar que colores
y respeto, pero como ya se podrán imaginar no soy partidaria de quitar el pañal
el día que yo decido, ni de rutinas estrictas del tipo de: “cada ½ hora lo sientas
en el escusado tenga o no tenga ganas”, “levantarlo por la noche” etc…
Continuemos pues
con el tema iniciado en el post anterior, adiós pañal… Tras acompañar a mi hija en su logro de control
de esfínter anal (aun usando pañal tanto de día como de noche), meses antes de los 2 ½ años percibí que empezaba
a quedarse inmóvil y con la mirada perdida mientras hacía pipí, entonces decidí
aprovechar estas señales para:
- Favorecer la conciencia de lo que sucedía antes-durante-después y de la sensación seca-mojada: “¿quieres hacer / tienes ganas?”, “estás haciendo…”, “¿te cambio para que estés seca?” o dramatizando como si su cuerpo le hablara, “¿qué te a dice tu cuerpo? Fulanito, pipí en el escu/quiero ir al escu/ gracias por llevarme al escu…”, etc.
- Darle la opción de llevarlo al “escu” si avisaba antes: ”si quieres hacer en el escu, sólo dime y te llevo”. Siendo una opción y no una imposición, si tú le preguntas y dice que no, respétalo, deja que se vaya haciendo a la idea y decida/quiera ir.
- Establecer un código fácil para cuando quisiera avisar/ir: “pipí en el escu”
Cabe señalar que los hermanos, primitos y amigos mayores que
“ya no usan pañal” y “van al baño” son motivadores
espectaculares de los menores, quienes los admiran y quieren ser como ellos.
De hecho, es buenísimo porque sin quererlo estos chiquitos “mayores/grandes” les
presentan un reto y les dan ejemplo,
tanto de qué hacer y cómo hacerlo, (avisar, ir, ropa, sentarse/pararse,
limpiarse). También, aunque no lo crean, es
muy útil que vean que suceden accidentes y que no pasa nada (claro eso
depende cómo se maneje). Incluso verán que cada mamá/papá actúa y reacciona
diferente ante todo el proceso de control de esfínteres, no te agobies si otros
padres actúan de manera abismalmente opuesta a lo que tú haces/harías, para tus
hijos también es bueno conocer otras formas de ser y actuar.
En fin, resulta que de pronto, alguna de las veces que le
ofreces llevarlo te dice que sí o incluso te avisa que quiere ir, pues
aprovecha para hacerlo un momento espontáneo y divertido. Por ejemplo, puedes llevarlo “volando” rápido
mientras le dices “corre pipí en el escu”. No importa que lleguen y ya el pañal
esté mojado, quítaselo y que tenga la “experiencia” de quitarse ropa/sentarse/pararse/jalar:
- Si ya se le había escapado y no sale nada más, dile que “no importa, tal vez la próxima si llegamos”, pero sobretodo felicítalo por haber avisado.
- Ahora que si sí llega, está por demás decir que lo felicites tanto por avisar como por haber hecho en el escu. Obvio todo es bienvenido: porras, gritos, aplausos o brincos (al gusto del consumidor), lo importante es motivarlo y felicitarlo por su logro…
- Si es niña recuerda que es muuuy importante enseñarles cómo deben limpiarse.
- Y nuevamente, si te es útil, no te cortes y vuelve a saca tu espíritu creativo compositor y pueden cantarle una canción a la pipí para cuando jalen, le diga adiós.
- Finalmente, para ir inculcando hábitos de higiene: lávense las manos.
Total que un tiempo
estuvimos con que a veces avisaba o
respondía afirmativamente que quería ir; entonces, íbamos al baño, le quitaba
el pañal, hacía y se lo volvía a poner (no compré pull ups). Poco a poco era más frecuente el
querer hacer en el baño.
- Así que platicando le comentaba, “uy se me hace que pronto ya vas a usar sólo calzones sin pañal como la mamá/papá/primita favorita/amiguita”, “verás qué cómodo es no usar pañal y qué bien se siente estar seca”…
De pronto, un par de días al ponerle la pijama y quitarle
el pañal para ponerle uno limpio para la noche, se hacía pipí justo en el inter
de quitar el sucio y poner el limpio… Y ni para qué contarles, porque las dos o
tres veces fue en su cama, así que súper oportuno cambiar sábanas y todo lo que
implica la gracia sucedida justo antes de acostarla. Curiosamente,
inmediatamente después, llegó el día en que ella decidió que no quería pañal, (obvio
intenta quedarte por casa) y sí que lo decidió bien decidida.
Quitamos el pañal y se puso sus calzones de Dora la
exploradora que le dio tía (no sé qué poder tiene Dora pero es su hit). Inevitablemente,
de repente le preguntaba si quería ir y decía que no, así que a esperar y pues efectivamente
luego ella avisaba e íbamos. Una semana estuvo impresionante, la contra fue que
empezó a dormir medio mal con la emoción.
La siguiente semana, empezaron algunos accidentes, porque se empezó a
aguantar más, así que quedamos en que no se preocupara, que volvíamos a usar
pañal unos días y cuando ella quisiera que se lo quitara.
Estuvo una semana con pañal y literalmente un día
amaneció y “ella se lo quitó” y súper bien. Viviendo en una ciudad donde el
tráfico es tremendo, yo decidí unilateralmente que para ir al coche se lo ponía.
Sin embargo, desistí al poco tiempo porque después de ir perfecto, de pronto
tuvo algunos accidentes y noté que era porque se estaba confundiendo, preguntaba,
“¿traía pañal?” Así que temerosa de que
me empapara su sillita y mi coche, le hice caso y adiós pañal, también en el
coche. Para mi sorpresa y educación sobre no minusvalorar las capacidades de
nuestros hijos, nunca ha tenido un “accidente” en el coche. Cabe mencionar que
hicimos un viaje de 10 horas en coche a sus 2 ½ y sin percances, eso sí como era autopista y
no te puedes parar en donde quieras por prevención acordamos ponerle pañal pero
siempre que pedía nos deteníamos cuanto antes y pues al pañal no le cayó ni una
gotita.
Respecto a los pocos “accidentes” sucedidos, que en
total han sido muy pocos:
- No se le regaña
- Se le pide que ayude a limpiar
- Se dramatiza a la pobre Dora, que trae en su calzón, ahogándose y pidiéndole por favor que avise (también Dora la felicitaba siempre que hacía en el escu).
No se emocionen, ahí no
acaba el aprendizaje. Hay dos situaciones que está terminando de controlar y yo
a prevenir:
- Cuando se enoja y se pone a llorar no controla y se hace inmediatamente. Así que en medio del llanto la llevo antes que nada pase al baño.
- Debido a que ahora intenta aguantar cada vez más, en especial si está entretenida en casas de amigos (no en ambientes conocidos), procuro al llegar a las casas, enseñarle dónde está el baño y recordarle que hay que avisar.
Y pues ahí vamos… ya no usa pañal de día.
En fin, se preguntarán qué cuándo le quitaré el de la
noche, pero como podrán imaginarse, pues
cuando vea que está lista y ella lo pida, porque ya me pasó un día que se me
olvidó ponerle pañal y ¡vaya inundación!
Así que el capítulo 3 de Adiós pañal, ya lo escribiré
cuando esté dominado el asunto. Por mientras les adelanto que cuando ella decidió quitarse el pañal de día, por la noche no quería ponerse el pañal, pero éste
no amanecía seco más que muy esporádicamente. Me cogió desprevenida, porque de
hecho, debía hacer modificación con la cantidad de líquidos a última hora. Así
que me inventé a Marianita (en realidad era la historia de mi hija pero con
otro nombre).
- Marianita, en resumidas cuentas, era una campeona que ya no usaba pañal de día porque era mayor (le contaba tal cual lo que ella hacía, sus logros etc.. sólo cambié el nombre).Resulta que como Marianita había visto lo cómodo que era no usar pañal y estar seca, no quería ya usar el pañal de noche, pero su mamá le explicó que tenía que ser paciente para lograrlo, que debía aprender poco a poco y que cuando amaneciera seco el pañal muchos días entonces podían probar de quitarlo. La historia estaba más divertida y con efectos, me pidió que se la contara unas cuantas noches, luego ya ni la ha mencionado, pero lo importante es que se quedó tranquila.
Al principio, varias
noches se despertaba a hacer pipí, pero ahora es muy frecuente que amanezca
seco el pañal, tanto porque cada vez tiene mayor control de esfínter como
porque hemos modificado la cantidad de
líquido tomado antes de dormir:
- Intento que se tome su leche una media hora antes de irse a la cama para que cuando se vaya a lavar los dientes vaya también al baño.
- Y le encanta tomar agua antes de acostarse, pero ahora le doy una “muestra” porque si no, fijo que se levante a media noche o amanece ensopado el pañal…
En fin, creo que se está acercando el momento de ir
probando a quitar el pañal de noche, pero antes necesito comprar un mejor
protector de colchón : ) De cualquier forma, esperaré a que ella lo
pida, por mientras se emociona mucho cuando amanece seco su pañal y lo
festejamos…
Disculpen que me haya explayado, pero bueno pues espero que de algo les sirva...
En lo personal, insisto,
entre más respeten los tiempos de cada uno de sus hijos,
más natural y fácil será.
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